podría batirme a muerte con espada, indefinidamente, entre tu boca y tus ojos. se quedaría sin filo la hoja; yo estaría blandiendo el arma por siempre y sin saber
por cuál morir.
domingo, febrero 14, 2010
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intenso! verdaderamente intenso.
ResponderEliminarCiertas veces, cuando el maestro es realmente bueno, el alumno suele sorprender
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