martes, julio 07, 2009

Dos mil, tres mil



Contar ovejas y descontar tus besos,
suave actividad en este empedrado de madrugada.

En una vasija de buen insomnio
y antes de que salga el sol
puedo juntar cuatro mil cuarenta y tres ovejas
pero de tus labios no llevo la cuenta
pero si amanece se voltea el traste
y todas las ovejas se alborotan
semi dormidas / semi despiertas se ponen a pastar en esta vereda de melancolía.

Con cada primer rayo de sol me doy cuenta
que ya no queda ninguna oveja
que la hierba sigue crecida
que tus besos están regados en el campo
y que yo puedo encontrarlos todavía.

(esto parece la noche de seiscientos días).

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