miércoles, julio 28, 2010

Nocturna

Me gustas más de grillos, de neblina pura. De ver cristalizada completamente la copa del árbol, de pequeño miedo silente (porque el misterio de juntarnos pudiera ser para siempre). Me gustas de arrullo lunar, de pasos mutuos sobre las hojas que olvidaron llevarse los vientos. Me gustas con tu benevolentísimo azul de ojera, de las mareas de mi vida. Me gustas lentamente para ser preciso, para lucharle hombro a hombro al egoísmo. Me gustas incluso sin estrellas, nocturna. Anochecida. Porque soy un loco, desconocido sueño. Hipopótamo bajo el agua que piensa que negro significa dormido; sapo viejo y contento... que sabrá Dios por qué o cómo se enteró, pero sabe que después del beso no viene la magia sino la posibilidad remota, infinita de un quemante - quitador de vida - segundo beso. Por eso no duermo, nocturna mía, porque aún no te encuentro.


martes, julio 27, 2010

adiós, ya me voy



pero, qué bueno ha de ser......

lunes, julio 26, 2010

he is crazy about her

viernes, julio 23, 2010

me c a g a el vecino punto y coma mañana lo mataré

jueves, julio 22, 2010

y castores a los diques
y alces en todo el invierno
y aves hasta donde alcance ver la luz

lunes, julio 19, 2010

patos a la laguna

martes, julio 13, 2010



quiero un lugar así para escribir

viernes, julio 02, 2010

Me sirve una cáscara de semilla, un hueso de limón, una taza... ¿cómo lo podré decir? de porcelana, rota y quebrada; el temor de perderte o una noche sin dormir.
Realmente no le reclamo nada al suave sereno sigilo de la madrugada; es un no dormir sin trampas ni señuelos, quizá la parte última de una gran sorpresa, ojalá fueran muchas bienvenidas, deseos sensatos, juegos bromas y algo más.
Esta es una vela de cosas congeladas, más rompe la luna un par de nubes que ya se une otro silencio, es noche de un tan negro y sin embargo mis ojos todo lo ven; vagabundeo la plenitud, no pienso en nada, respiro como si me faltase el aire en plenamar.
Y después, habiendo pasado el tiempo, de tantos y tantos segundos, en este no dormir que a nadie le he pedido, en este sin un al lado me serviría una corcholata para flotar como un barco en este mar sin agua, en este con espacios tan largos y desolados, en este tantas olas pero que no llegan a mis pies.