martes, mayo 18, 2010

Uno se atreve

De pronto, da miedo, ¿verdad?
o puede que no
no quiero poner palabras en tu lengua
ni quitarlas de tu voz.
De pronto se abre ese túnel azul violeta
o rojo
o sólo luz, sin color.
Nos nace del pecho ese fuego
-o debería decir: fueguito-
esa casi angustia
esa pena de valor,
uno anda to’ el día por ahí a cuestas a gatas
con la cabeza alta, poderoso, invaluable
sobre un hilo, por las vías del tren…
Buscas labrar cada detalle , desmembrar todo posible rincón
-los minutos no se ahorran pero si llevases la cuenta-
Acaricias cada grieta
tus manos lo que palpan es a ti
como cuando niño, tomas el crayón, y dibujas la bolita setecientas mil veces
una sobre la otra y otra vez.
En tu mano colocas el pecho,
con los dedos le das uno dos tres
le das un golpe de yemas

¡despierta! (le dices)

quiero morir dulcemente
así como hierve el agua
descendiendo
cada vez.

1 comentario:

  1. me gusta tanto! puedo llevarlo con migo a mi lugar?, lo quisiera poner al costado.

    ResponderEliminar