a estampidas mías
a gajos de sentimiento
como reclamando lo mío que nunca
ni por segundos ha sido mío.
Porque me vale de a mares
no tanto billetes o doblones
o haciendas donde correr
verás... hay parques solitarios
todavía existen paisajes al aire libre
además de vistas inigualables, contigo,
siguiéndote y cazando tirantes en tu hombro,
con las montañas de nieve al fondo,
con el río yendo a tu paso, junto a tus huellas
paralelo.
Mejor al oído te digo
entre espigas de un campo pregunto
de qué me vale callar
si a la deriva me quedo flotando
con amargos
y con censuras de tu cuerpo guardado
esperando veranos
dejando veranos
veranos
inviernos...
con dulzuras que no corro por tus labios
con tambores y sabores que no te beso
a melancolías
a deseos lentos que nunca llegan
a vientos me valdrá callar
a paseos por tu cuello me valdrá esperar
A mares quisiera que fueras barco
y yo puerto.
